CELERINA SANCHEZ
- Migró a la Ciudad de México para
- seguir estudiando, "pero ya cuando
- llegas a la ciudad pues no, no...Es
- que te enfrentas a un montón de
- cosas. Si bien es cierto que
- en la ciudad se encuentran más
- oportunidades,el trabajo es muy malo,
- aunque aún así encuentras trabajo...
- lo he comentado muchas veces: en la
- comunidad de qué vives
- -dice y se responde- sí, de la cosecha
- -y continúa- pero si quieres estudiar
- no te da la vida, entonces hay que migrar.
- Yo pensaba que en la ciudad podía seguir estudiando, pero no fue así. Hay muchas, pero muchas cosas, dentro de ellas la discriminación, el rechazo al ver tu forma de vestir, de hablar, todo se estigmatiza en la ciudad, entonces eso hizo que aunque quisiera seguir estudiando no pudiera lograrlo. O trabajaba o estudiaba, no había de otra. Seguí trabajando, y como siempre me gustó la poesía, por azares de la vida me empecé a juntar con una organización en la que se hacía teatro, poesía y era algo que me llenaba. Se llamaba Centro de Experimentación Teatral, pero ahora sí que no encontraba totalmente mi yo..." Viaja la memoria, cierra los ojos para que no se le escapen detalles, al fin ya son 20 años de viaje en el asfalto.
"Fueron pasando etapas de mi vida... conocí una organización que se dedicaba a trabajar la salud y hablaba del rescate de las tradiciones indígenas y eso me gustó mucho, creo que ahí fue donde de alguna manera me encontré, ya habían pasado años difíciles. Esa organización todavía existe, se llama Asociación Mexicana de Salud Popular. La vida te va jalando, encontré muchas cosas, gente que son de pueblos originarios y que viven aquí en el Distrito y vi que había mucha gente como yo y que estaban agrupados en diferentes organizaciones y empecé a participar con ellos.
"Una vez vi en el periódico que el gobierno del Distrito Federal convocaba a un taller de formación de traductores y dije: aquí tengo que estar yo. Y había mazatecos, triquis, wirráricas, 35 compañeros de diferentes comunidades y después de ese curso nace la Organización de Traductores en Lenguas Indígenas. Ahí trabajo por años hasta que surgen conflictos y renuncio. Decido estudiar, porque vi que podía crecer mucho más."
Para ese entonces Celerina ya había terminado la prepa. Hizo examen para ingresar a la UNAM y no lo pasó, entonces se presentó a la Escuela Nacional de Antropología e Historia y ahí empieza a estudiar lingüística, carrera que está terminando en este momento y que, en sus propias palabras, le ha servido "para trabajar con la palabra poética".
¿Te acuerdas de tu primer pensamiento poético?
"Me acuerdo que en mi pueblo impulsaban la poesía cuando estudié la primaria. Es que en Oaxaca se impulsa mucho la poesía, claro, no la poesía indígena... A la gente le da mucha risa, pero cuando tenía 15 años yo no sabía que era mixteca, yo sabía que era nivi ndavi, que significa gente pobre, y mi mamá me decía que nosotros veníamos de la gente de la lluvia. Entonces, cuando entré a la primaria, me hablaban de las grandes culturas, la griega, los fenicios y de paso los de Latinoamérica, los toltecas, olmecas, mixtecos, mexicas, las grandes culturas y qué fueron y dijeron e hicieron, pero jamás te identificas con esas culturas y ni por tu cerebro pasa que tú eres mixteca, y después me dije: a ver, espérate, ahí hay algo... y bueno, pues vas descubriendo que los otros te llaman mixteco y entonces dije: ¡ah! ¡Entonces por qué dicen que hace no sé cuántos miles de años se acabaron los mixtecos! Entonces me di cuenta que no era nivi ndavi, sino que era parte de esa gran cultura, aunque no sea de la misma manera por el tiempo que ha pasado, pero ¡yo soy mixteca! Y cambió el mundo para mí".
¿Cambió para bien?, tenía que preguntarle, e inmediatamente dijo:" para bien en un sentido, porque como que vas agarrando ese hilo y como que nada en el mundo ya te concuerda, nada de lo que te dicen, de lo que te han dicho concuerda y entonces nace la inquietud de saber quién eres, de buscar, pero también está lo otro, que te tienes que meter a un estado nacional, porque aunque la gente no lo crea, los indígenas no nos creemos ni mexicanos, de veras, nos creemos porque así nos han dicho: eres mexicano, mexicano, pero en realidad no te sientes parte de, porque el mismo Estado no te da nada para que seas parte, nada más si te quitas lo pobre, lo indígena, entonces sí eres mexicano, porque sabes español, eres civilizado, ¿en esos términos? Yo no quiero ser mexicana, cómo me dices como Estado eso si al final tú me rechazas. Cómo me quito mi origen, eso no se quita lavándose, entonces la patria, el himno, todo eso, se convierten en símbolos impuestos y además todo está en español, absolutamente todo.
"Pero bueno, estábamos hablando de la poesía en mi vida... Leíamos a Amado Nervo, Gabriela Mistral, Carmen Basurto, Sor Juana Inés de la Cruz, todos en español. Esa es la noción de poesía que nos daban. La gran pregunta de muchos es si existe una poesía indígena y yo digo ahora que sí, que claro que existe, pero como desde le escuela te van diciendo cómo es la poesía, entonces obviamente ves lo tuyo y pues no entra dentro del canon establecido. ¡Y ahora nos piden que escribamos poesía original de los pueblos indígenas! ¿Cómo chingados le hago, si toda la educación fue por otro lado?
"Nosotros estamos buscando esos propios estilos, propias formas... estás partida, estás involucrada en un mundo diferente y cómo le haces para decirte, ah, no, ahora eres así, eres parte de este mundo. Existe una poesía indígena porque hablamos las cuestiones de ofrenda, de pedimentos, de esa relación que hay con la naturaleza y que tampoco es facilito sacarla, porque aún no llegamos a acordar que hay que trabajar esos temas con determinados estilos, pero de todos modos esta es mi poesía, es la que no me han enseñado, la que es innata: si voy a pedir a la lluvia lo hago como nosotros lo hacemos, no como cuando vas a una iglesia, porque nosotros pensamos en seres sagrados. La poesía representa la relación con el sentido que da la vida, que es la naturaleza, pero no solamente es en el mundo indígena sino en diversas culturas, en esos elementos esenciales que es la vida misma, sin ellos no habría vida, dicen mis antepasados y las gentes que tienen esa relación directa con los seres naturales. Ahí radica la poesía, aunque después tenga que ser transformada para que sea leída como poesía.
"El ideal, el sueño es que un día se presenten trabajos sin ser transformados, ese es el reto, que pueda ser leída nuestra palabra tal como es".
http://www.redindigena.net/mundoindigena/n1/pag16.html
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